Indignación en San Rafael: una madre denuncia que OSEP la deja sin la medicación que necesita para vivir

Ilda Alicia Lombardo, una joven mamá sanrafaelina con hipertensión pulmonar idiopática, hizo pública una dura denuncia contra OSEP por demoras, negativas y faltas de entrega de medicamentos vitales. Asegura que su vida y la de sus hijos están en riesgo por el accionar de la obra social.

Una publicación en redes sociales encendió la alarma este fin de semana en San Rafael. Con un mensaje cargado de angustia, impotencia y enojo, Ilda Alicia Lombardo, de 37 años, decidió hacer público lo que —según relata— viene soportando desde hace años por parte de OSEP, la obra social que debería garantizar su tratamiento para una enfermedad grave y progresiva: hipertensión pulmonar idiopática.

La mujer, mamá de tres hijos y trabajadora independiente de costuras, contó que fue diagnosticada en 2022 y que entonces los médicos le advirtieron que podría tener apenas seis meses de vida. Sin embargo, siguió adelante con un tratamiento estricto y bajo supervisión del Hospital Italiano de Mendoza. Pero lo que debería haber sido un acompañamiento médico continuo se convirtió —según denuncia— en una lucha interminable contra la obra social.

En su descargo, Lombardo fue contundente: OSEP tarda, niega o entrega tarde los medicamentos que necesita para seguir respirando y vivir.

Entre los hechos más graves relatados, detalló que:

• La obra social demoró siete meses en autorizar sus primeras medicaciones, Ambrisentán y Tadalafilo.
• Cuando necesitó Remodulin (Treprostinil) de Bagó, el fármaco que verdaderamente le sirve, OSEP se lo negó y le entregó un genérico que —según asegura— la mandó directo a terapia coronaria.
• Tras volver al medicamento original, tuvo una mejora inmediata.
• Inició un amparo judicial, pero aun así la obra social lo apeló y continuó cumpliendo “mal y tarde”.

La situación volvió a agravarse este mes: en noviembre de 2025 OSEP dejó nuevamente de entregarle su medicación esencial, según denuncia. Le faltan Remodulin, Ambrisentán y Leval. La respuesta que recibe cuando intenta retirarlos, según su publicación, es siempre la misma: “son caros”.

El enojo de Lombardo es evidente.
“Mi enfermedad no espera. Sin medicación retrocedo. Sin medicación me muero”, escribió, subrayando que cada vez que la dejan sin tratamiento su salud empeora, debe dejar de trabajar y queda al borde de una nueva internación.

La mujer fue aún más lejos y calificó la situación como “abandono de persona”, acusando directamente a la obra social de decidir que su vida “es cara”.

Con desesperación, pidió que su mensaje se comparta para visibilizar lo que está viviendo. “No sé qué más hacer. Necesito mi medicación ya”, escribió. Su vida —y la de sus hijos— depende de ello, insistió.

Mientras tanto, su publicación sigue circulando y generando indignación entre los usuarios, quienes reclaman explicaciones y una solución urgente por parte de OSEP.

Fuente: La Ventana san rafael